Trauma
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La naturaleza intersubjetiva de los seres humanos se desarrolla inmediatamente después del nacimiento y es una de las piedras angulares de nuestra capacidad para crear significado. En efecto, desde el momento en que nacemos, la relacionalidad desempeña un papel clave en nuestra existencia: la capacidad del lactante para imitar las expresiones faciales del cuidador no sólo garantiza su supervivencia, sino que también le permite interactuar con él de forma sincronizada, dando lugar a intercambios relacionales cada vez más complejos que son esenciales para el desarrollo psicobiológico del niño. El descubrimiento de las neuronas espejo ha ofrecido un fundamento neurofisiológico de primera importancia al famoso paradigma de la Cara Inmóvil, aportando una contribución sustancial a la investigación científica en este campo. ¿Cómo puede, entonces, la Psicoterapia hacer uso de este valioso conocimiento para promover el bienestar individual? El Congreso "Paradigma de la Cara Inmóvil y Neuronas Espejo: la Neurociencia de la Psicoterapia" ofrecerá a algunos de los principales expertos en la materia la oportunidad de responder a esta pregunta. El evento contará con ponentes de prestigio internacional que presentarán los estudios más recientes sobre el papel de la sintonía afectivo-relacional y la relación del individuo con su Yo, analizando tanto sus implicaciones en términos de investigación como sus aplicaciones terapéuticas. En este sentido, se hará especial hincapié en el concepto de intersubjetividad, estrechamente relacionado con la relación con el Otro, pero también con la relación con el Yo, considerada uno de los objetivos centrales del proceso de cambio terapéutico. Además, se analizarán diferentes enfoques de tratamiento y una serie de hipótesis sobre el funcionamiento de la mente basadas y validadas por fundamentos neurocientíficos. Varias ponencias se centrarán, por último, en el papel del reconocimiento del espejo, elemento clave para explorar en profundidad la dimensión relacional del yo dentro de los modelos terapéuticos más avanzados.
CONFIANZA EPISTÉMICA Y ENERGÍA LIBRE: UN MODELO INTEGRADOR PARA LA TERAPIA PSICOLÓGICA.
Probablemente, el modelo neurocientífico más exasperante de los últimos cincuenta años tiene su origen en el modelo de energía libre ideado recientemente por Friston. Este modelo neurocientífico computacional ha permitido a psicoterapeutas y psicopatólogos ampliar su comprensión del funcionamiento cerebro-mente e integrarlo con modelos fenomenológicos y dinámicos de los trastornos mentales y su tratamiento. Esta presentación es una contribución a este campo específico y relacionará el modelo terapéutico basado en la confianza epistémica con la visión de Friston del neurofuncionamiento, centrada en el concepto de energía libre. La presentación retomará tanto el modelo de Friston como el modelo de confianza epistémica, sugiriendo una serie de ideas integradoras, con el objetivo de inspirar a una nueva generación de investigadores en este campo.
EL PARADIGMA DEL ROSTRO INMÓVIL Y EL PROCESO DINÁMICO DE CREACIÓN DE SIGNIFICADO.
La importancia fundamental que concedemos a la creación de significado respecto a nuestra relación con el mundo humano, el mundo inanimado y nuestro yo queda bien ejemplificada por el paradigma Still-Face. Las conclusiones del paradigma Still-Face muestran que la creación de significado es un proceso dinámico en el que intervienen múltiples sistemas: cerebral, psicobiológico y neurosomático. Si, por una parte, los significantes pueden crearse de forma endógena, por otra es posible afirmar que los significantes se cocrean con mayor frecuencia con un Otro, en el marco de un intercambio activo de información. Este intercambio es caótico y se caracteriza tanto por momentos de correspondencia y desajuste entre significados como por procesos reparadores. La creación efectiva de significados conduce a una expansión de la conciencia y permite la creación de vínculos de apego, fomentando el desarrollo de las relaciones, la resiliencia y la confianza. Si, por el contrario, la construcción de significados fracasa, la conciencia se encoge y se comprime, generando desconfianza y fragilidad. Para ilustrar esta conceptualización, durante la presentación se describirán una serie de estudios en humanos relacionados con aspectos genéticos, fisiológicos, emocionales, epigenéticos y las interacciones cuidador-niño o adulto. Durante la presentación, se mostrarán flmati relativos al uso del paradigma de la cara inmóvil en bebés, niños y adultos.
ESPEJOS PARA EL ALMA: LA REPRESENTACIÓN DEL PROPIO ROSTRO Y EL ESPEJISMO SOCIAL.
La capacidad de reconocer con precisión la propia cara se ha considerado durante mucho tiempo uno de los indicadores clave de un nivel superior de conciencia. Investigaciones más recientes han permitido comprender mejor la contribución de la integración de la información procedente de muchos canales sensoriales distintos (como la vista, el tacto y los sentidos internos de propiocepción e interocepción) a la representación del propio rostro. Además, los estudios en el campo de la neurociencia social han demostrado que la representación de las acciones y expresiones faciales de los demás, así como las experiencias de tacto y dolor, a través de nuestros sistemas sensoriales (mirroring) desempeña un papel importante en el desarrollo de las respuestas empáticas y la toma de perspectiva. En esta charla, el Dr. Farmer se basará en investigaciones relacionadas con la neurociencia cognitiva para ilustrar cómo la percepción del propio tiempo afecta -y se ve afectada por- las interacciones sociales con los demás. En primer lugar, se presentarán pruebas que demuestran cómo reflejar a los demás, a nivel táctil y motor, puede conducir a un aumento de la similitud facial percibida, así como a una mayor sensación de afecto y confianza. Posteriormente, se describirán investigaciones que demuestran el funcionamiento inverso de esta misma relación: el comportamiento háptico y el aumento de la aflección social modulan las respuestas de los sistemas de reflejo, tanto a nivel táctil como motor. Por último, se presentarán trabajos más recientes que examinan cómo las interrupciones del sentido del yo en condiciones de despersonalización provocan un fallo del reflejo tanto a nivel táctil como motor.
SUPERAR LA SOLEDAD, SENTIRSE VISTO Y PROCESAR LA EXPERIENCIA RELACIONAL DE FORMA VIVENCIAL: LA EMERGENCIA DE UNA NUEVA ENERGÍA VITAL Y DE UN YO PROFUNDO.
El apego y la intersubjetividad no son sólo procesos que operan en segundo plano, haciendo su poderosa magia en silencio; también son importantes experiencias relacionales que -cuando se sitúan en el centro del trabajo explícito y experiencial- pueden resultar transformadoras. Esta presentación explorará el poder de la superación de la soledad y el procesamiento explícito y experiencial de experiencias relacionales profundas, tanto traumáticas como reparadoras por naturaleza. AEDP ha desarrollado una serie de poderosas técnicas de procesamiento relacional que permiten trabajar experiencialmente con experiencias relacionales emergentes, correctivas y transformadoras. Diana Fosha explorará el papel esencial de las emociones relacionales positivas dentro del proceso de cambio, emociones que forman parte integral del trabajo terapéutico con las experiencias emocionales dolorosas y abrumadoras asociadas al trauma del apego. Gracias a la AEDP, se ha identificado y descrito una fenomenología de experiencias afectivas positivas, que incluye estados afectivos curativos, estados relacionales asociados con el "nosotros" y el estado profundo (estado central), que indica la actividad de los procesos curativos relacionales transformadores. Diana Fosha ilustrará cómo - a través de la monitorización momento a momento de las experiencias corporales y de la regulación afectiva diádica, dentro de un contexto relacional en el que la persona se siente segura y reconocida - la superación de la soledad y la elaboración experiencial de experiencias relacionales profundas, asociadas tanto al trauma relacional como a las experiencias reparadoras, permiten (1) reparar el trauma relacional; (2) liberar el Yo profundo y plenamente funcional del paciente; (3) alcanzar un estado de bienestar rico en energía (por ejemplo, experiencias profundamente positivas relacionadas con la vitalidad, la conectividad, la esperanza, la fe, la claridad, el sentido de agencia, la simplicidad, la compasión, la alegría y la verdad). En este sentido, es esencial centrarse en el procesamiento experiencial de la transformación curativa dentro de una díada curativa.
CURAR EL APEGO INSEGURO EN PSICOTERAPIA CON LA AYUDA DE FIGURAS PARENTALES IDEALES IMAGINADAS.
Los tratamientos más eficaces para el apego inseguro incluyen el reconocimiento del papel esencial que desempeña la sensación sentida en relación con un estado de sintonía empática con las personas significativas. Como psicoterapeutas, hacemos todo lo posible por estar en sintonía y ser receptivos, por expresar y reflejar formas de ser que puedan ayudar a nuestros pacientes a sentirse protegidos y cuidados, vistos y reconocidos, valorados y valiosos, apreciados y queridos. Aunque nuestra intervención en este sentido puede ser muy útil, esta modalidad de tratamiento tiene limitaciones prácticas: nuestros pacientes con un estilo de apego inseguro presentan modelos operativos internos asociados a una relación algo problemática con sus padres durante la infancia. Una relación adulta nueva y positiva con un psicoterapeuta es sin duda un elemento beneficioso, pero es difícil sustituir o cambiar eficazmente el modelo operativo interno problemático. Concebido como una herramienta complementaria a la función del terapeuta como "figura de apego positiva", el uso de "figuras parentales ideales" puede insertarse dentro del proceso terapéutico dirigido a lograr un apego seguro. Cuando un paciente adulto, en el contexto de una relación terapéutica en la que se siente en sintonía y seguro, imagina que vuelve a ser niño, que experimenta los mismos sentimientos que en la infancia y que interactúa con padres imaginarios que encarnan todas aquellas formas de ser y comportarse percibidas como "correctas" a través de sus ojos infantiles, el modelo operativo interno original y problemático puede ser sustituido por un nuevo modelo relacional positivo centrado en el apego seguro. Este enfoque se ajusta e integra los principios e implicaciones de la teoría polivagal, la reconsolidación de la memoria y las psicoterapias relacionales y orientadas al cuerpo.
MINDFUL INTERBEING MIRROR THERAPY: MÁS ALLÁ DE LA CURACIÓN DEL TRAUMA.
El paradigma Still-Face y el mecanismo de las neuronas espejo son dos principios fundamentales de la Mindful Interbeing Mirror Therapy (MIMT): ambos enfatizan, desde un punto de vista científico, la dimensión intrínsecamente relacional de los procesos de autoconstrucción y creación de sentido existencial inherentes a todo ser humano. La utilización del espejo en el marco terapéutico permite explorar, desde la primera sesión, la relación del cliente con su Yo; paralelamente, el concepto de "Yo" se objetiva como el "Otro" con el que el cliente interactúa. En consecuencia, la dimensión intersubjetiva de la humanidad se experimenta de un modo nuevo, aspecto que contribuye a acelerar el proceso de cambio terapéutico. Basado en una activación consciente y dirigida de circuitos neurobiológicos específicos que regulan el reconocimiento de rostros y la identificación de emociones relacionadas con las expresiones faciales, el MIMT es un enfoque terapéutico eficaz, concebido como un proceso de autorreconstrucción. El objetivo terapéutico es ayudar al cliente a recrear un profundo sentido de conexión con su propia imagen especular y desarrollar una nueva autocompasión, superando la vergüenza y el autodesprecio, emociones típicamente presentes en individuos traumatizados.
MINDFUL INTERBEING MIRROR THERAPY: MÁS ALLÁ DE LA CURACIÓN DEL TRAUMA.
El paradigma Still-Face y el mecanismo de las neuronas espejo son dos principios fundamentales de la Mindful Interbeing Mirror Therapy (MIMT): ambos enfatizan, desde un punto de vista científico, la dimensión intrínsecamente relacional de los procesos de autoconstrucción y creación de sentido existencial inherentes a todo ser humano. La utilización del espejo en el marco terapéutico permite explorar, desde la primera sesión, la relación del cliente con su Yo; paralelamente, el concepto de "Yo" se objetiva como el "Otro" con el que el cliente interactúa. En consecuencia, la dimensión intersubjetiva de la humanidad se experimenta de un modo nuevo, aspecto que contribuye a acelerar el proceso de cambio terapéutico. Basado en una activación consciente y dirigida de circuitos neurobiológicos específicos que regulan el reconocimiento de rostros y la identificación de emociones relacionadas con las expresiones faciales, el MIMT es un enfoque terapéutico eficaz, concebido como un proceso de autorreconstrucción. El objetivo terapéutico es ayudar al cliente a recrear un profundo sentido de conexión con su propia imagen especular y desarrollar una nueva autocompasión, superando la vergüenza y el autodesprecio, emociones típicamente presentes en individuos traumatizados.
LA NEUROCIENCIA DE LA RESILIENCIA.
"Las raíces de la resiliencia se encuentran en la sensación de estar presente, en la mente y el corazón, de un otro empático, en sintonía y autocontrolado" (Diana Fosha, PhD, Fundadora de la AEDP) La resiliencia -la capacidad de afrontar hábilmente la adversidad y de recuperarse rápidamente de la decepción, la angustia e incluso el desastre- está inherentemente presente en los seres humanos porque es una característica innata del cerebro humano. El condicionamiento de las experiencias tempranas de apego explica la capacidad del córtex prefrontal para: (1) regular (o no) las respuestas corporales, autonómicas y emocionales al estrés, el peligro y la amenaza de muerte; (2) relacionarse (o no) con uno mismo y con los demás desde una posición de seguridad, protección, confianza y resonancia intrapersonal e interpersonal; y (3) reconocer y reflexionar sobre los patrones de respuesta, codificados implícitamente, ante los retos de la vida y los momentos de crisis que refuerzan (o socavan) la resiliencia. Las experiencias asociadas al trauma complejo del desarrollo dan lugar a experiencias adicionales de vergüenza y autodesprecio aparentemente intratables que inevitablemente acaban por descarrilar la resiliencia. El trauma complejo del desarrollo incluso compromete el desarrollo de las estructuras y mecanismos cerebrales necesarios para restaurar la resiliencia inherente a todo ser humano, impidiendo así que la persona desarrolle estrategias de afrontamiento adaptativas y resilientes para el futuro. La neurociencia moderna ha arrojado luz sobre las herramientas centradas en el cuerpo que, al estimular la empatía consciente y la conexión sintonizada, pueden ser utilizadas por los psicoterapeutas para fortalecer la autoconciencia, la autocompasión y la autoaceptación de sus clientes, ayudándoles a curarse de la vergüenza, reintegrar partes de sí mismos previamente escindidas y dejar de sabotear la base interior segura de la resiliencia. La neurociencia moderna también ha permitido comprender qué procesos de cambio cerebral -como la desconsolidación/reconsolidación de la memoria- pueden utilizarse de forma segura, eficaz y efectiva para restablecer un crecimiento cerebral adecuado, de modo que el funcionamiento del cerebro ya no esté orientado hacia la negatividad, la reactividad y el cierre, sino hacia la receptividad, la apertura, el aprendizaje y el crecimiento. A través de estos procesos, los clientes pueden restablecerse a sí mismos y acceder a nuevos significados y a un sentido más profundo del propósito.
EL YO TRAUMATIZADO EN EL ESPEJO: SUPERACIÓN DE LA VERGÜENZA, EL AUTODESPRECIO Y LA DISOCIACIÓN.
Frases como "cuando me miro en el espejo, veo un monstruo" o "cuando me miro en el espejo, no me reconozco" representan la realidad de muchos individuos que han sufrido un trauma crónico del desarrollo. A menudo, el trauma no sólo tiene efectos devastadores en el sentido de uno mismo, sino que también afecta a las relaciones con los demás, haciendo que el individuo traumatizado se avergüence de su propia existencia y se sienta ajeno al mundo exterior. Este sentimiento de vergüenza puede afectar profundamente a la capacidad de experimentar emociones positivas y puede llevar a la persona traumatizada a sentirse indigna de vivir momentos de alegría, amor y orgullo, alimentando el odio hacia sí misma. Además, estas experiencias pueden desencadenar estados graves de hiperactivación o hipoactivación que a menudo acaban empujando al yo traumatizado fuera de los límites de la ventana de tolerancia, provocando una disociación del individuo de su propio cuerpo y del mundo que le rodea. La automutilación es un fenómeno igualmente común, ya que a menudo se desencadena por sentimientos de autodesprecio y vergüenza. Esta presentación ilustrará una serie de estrategias específicas para tratar la vergüenza y las disfunciones relacionadas del yo, incluyendo el odio a sí mismo y la automutilación. Se describirán una serie de intervenciones específicas que pueden ayudar a los clientes a fortalecer la autocompasión, con el objetivo de lograr la restauración completa del sentido del yo. Además, se examinarán las implicaciones de los autodesórdenes relacionados con el trauma dentro del marco terapéutico de la Terapia del Espejo Mindful Interbeing (MIMT). Por último, se analizarán los mecanismos neurobiológicos que subyacen a la autodisfunción, la incapacidad de tolerar emociones positivas y la automutilación. Al final de la intervención, los participantes serán capaces de: (1) describir los efectos de la traumatización a largo plazo sobre el yo; (2) identificar las consecuencias cognitivas y afectivas de los trastornos relacionados con el sentido del yo; (3) identificar las estrategias de intervención dirigidas a restaurar el sentido del yo y reducir los estados sintomáticos; y, por último, (4) describir los fundamentos neurobiológicos de la autodisfunción, la vergüenza y la automutilación.
SINTONÍA INTENCIONAL: DE LAS NEURONAS ESPEJO A LA INTERSUBJETIVIDAD.
El descubrimiento de las neuronas espejo ha desvelado los mecanismos neuronales que median entre el conocimiento experiencial multinivel, inherente a nuestros cuerpos, y las certezas implícitas sobre los demás que acumulamos simultáneamente en nuestro interior. Este conocimiento experiencial, relacionado con el cuerpo, nos permite sintonizar con los demás de forma intencionada. Este espacio "centrado en nosotros" nos permite comprender las acciones de los demás, así como descodificar las emociones y sensaciones que experimentan. Una forma directa de "comprensión experiencial" se consigue modelando el comportamiento de los demás en forma de experiencias intencionales, basadas en la equivalencia entre lo que los demás hacen y sienten y lo que nosotros hacemos y sentimos. Este mecanismo de modelización puede definirse como una forma de simulación encarnada; a través de la simulación encarnada, no nos limitamos a "ver" una acción, emoción o sensación. Paralelamente a la descripción sensorial de los estímulos sociales observados, creamos representaciones internas de los estados corporales asociados a las acciones, emociones y sensaciones evocadas en el observador, como si éste estuviera realizando una acción similar o experimentando una emoción/sensación parecida. Las neuronas espejo son probablemente el correlato neural de este mecanismo. La clásica distinción tajante entre las experiencias en primera y tercera persona de determinadas acciones, emociones y sensaciones es mucho menos marcada cuando se analiza desde la perspectiva de los mecanismos neuronales utilizados para cartografiar dichas experiencias. De hecho, la brecha entre las dos perspectivas se salva por la forma en que los mecanismos de reflejo mapean funcionalmente la relación intencional a nivel neuronal. A través de un estado neuronal compartido -activo en dos cuerpos diferentes, aunque sujeto a las mismas reglas funcionales- el "objeto Otro" se convierte en "otro Yo".
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